No haré una oda
al sentir de tu partida
pues fue todo culpa mía
desde el adiós a la huida.
Si era amor no sabré nunca
pero no fue suficiente,
ahora levanta tu frente,
si quieres con sangre fría.
Dices: «ya no me perteneces,
di por hecho que eras mía.
Estás tirando al retrete
los bocetos de mi vida»
Sí, tesoro, eso hago
no lo tomes por descaro
dentro de un tiempo tu mano
llegará a aplaudir la idea.